Al gato oriental también se le conoce como “Foreign” o
“Siamés clásico”. Y es que este gato originario de Tailandia fue
considerado durante muchos años como un siamés no adecuado al estándar,
ya que aunque tienen un parentesco evidente. Pero puede que debiera
ser el siamés el conocido cómo “gato oriental no adecuado al estándar”,
ya que muchas teorías afirman que el gato oriental es el tipo
original, mientras que el siamés es una variedad coloreada del oriental.
Como decimos, los rasgos físicos del oriental son muy
parecidos a los del siamés, aunque el oriental tiene un cuerpo y unas
facciones mucho más alargadas. Su porte es esbelto y muy delgado y sus
rasgos elegantes y delicados. Sus extremidades son finas y alargadas.
Pero aunque pueda parecer un gato frágil, es una raza bien musculada y
resistente.
Su cabeza de tamaño mediano, bien proporcionada y
equilibrada al cuerpo, tiene forma de cuña. Su hocico es largo y recto.
Los orejas, grandes y acabadas en punta, son de base ancha. Los ojos
son medianos, almendrados y de color verde (aunque los orientales
blancos y bicolores pueden tenerlos azules o diferentes).
Existen dos variedades de pelaje en los gatos
orientales: corto y largo. El pelaje corto es corto, suave, fino y bien
adherido al cuerpo. El oriental de pelaje largo tiene el pelo de
longitud media, sedoso, fino, y también pegado al cuerpo. Existe una
diversa variedad de pelaje, aceptándose todos menos el siamés.
Gato muy inteligente, es a la vez muy curioso y
juguetón. Son capaces de repetir gestos humanos, siendo incluso capaces
de abrir puertas o vaciar bolsas. Es un gato que necesita de mucha
atención, pues le angustia la soledad. Pero cuidado con los cuidados
que le demos, pues se pueden volver muy exigentes y no poder librarnos
de ellos. Son gatos muy sociables y siempre dispuestos a jugar y a
divertirse.
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