La raza Mau Egipcia tuvo un gran protagonismo en el antiguo Egipto: eran gatos sagrados y están representados en innumerables muestras del arte egipcio. Los antepasados del Mau Egipcio son los Gatos Salvajes Africanos. El Mau llega a Europa en la década de los cincuenta a través de la princesa Natalia Troubetskoye, que los desde el Cairo hasta Italia. No es hasta principio de los 70 que esta raza llega a EEUU.
De cuerpo mediano, elegante y proporcionado, esta raza es musculosa aunque muy flexible. Sus patas delanteras son algo más cortas que las traseras, lo que ayuda a esta gato a ser un gran saltador. Su cabeza es triangular y sus ojos, grandes y almendrados, son de color verde claro.
Su pelaje, de longitud mediana, es brillante, denso y resistente. En las orejas pueden tener mechones. Existen cuatro variedades de manto, aunque todas ellas son atigradas: plata con manchas grises, gris con manchas negras, bronce con manchas marrones y amarillo con manchas grises o marrones. Pero todas muestran en la frente una “M” bien definida.
Gato juguetón y lleno de vitalidad, el Mau Egipcio es muy cariñoso, aunque algo introvertido con extraños. Es una raza que se adapta muy bien a la vida de interior, aunque le es muy beneficioso tener espacio para poder salir y satisfacer su instinto cazador. Es muy cazador, además.
Fuente: http://www.razasdegatos.net
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