domingo, 15 de julio de 2012

¿Se hace más "cascarrabias" con la edad"?

Muchas veces pensamos que nuestro amigo se está convirtiendo en un insufrible cascarrabias a medida que pasan los años aunque, ¿no será que el paso del tiempo provoca cambios que justifican ese comportamiento?

En los gatos denominados geriátricos, las causas más frecuentes de visita a las clínicas veterinarias relacionadas con alteraciones del comportamiento son la eliminación inadecuada de excrementos (orina y/o heces), la agresión, la destrucción, la actividad excesiva, la vocalización, los miedos y las alteraciones en las conductas de ingestión.
Todos o la mayoría de estos cambios pueden ser debidos, entre otras causas, a una disfunción cognoscitiva, es decir, a un deterioro de la función mental del animal, un deterioro que provoca dificultad para reconocer lugares, sitios o personas conocidas. “Dificultades”, en general, que ponen en tensión la relación del gato con el propietario.
La disfunción cognoscitiva puede aminorar su impacto con tratamiento, que solamente será paliativo y será necesario complementarse con cambios de manejo, variaciones en el entorno, etc. El propietario debería tener muy presente que, para paliar este indeseable efecto de la avanzada edad de su gato, la estimulación mental continua (diaria), el ejercicio y una adecuada alimentación, son las mejores armas para controlar el problema.
Sin embargo, no sólo los deterioros “mentales” conducen al gato a comportarse como un cascarrabias. Los problemas físicos y neurológicos son, en muchos casos, la causa que predispone a una actitud agresiva del animal.
En todos los gatos senior que presenten una conducta agresiva sería fundamental descartar la presencia de un dolor subyacente: los problemas músculo-esqueléticos o las patologías dentales, por ejemplo, pueden ser los detonantes de una agresión.

También la pérdida de capacidad sensorial (visual, auditiva, etc.) de los gatos geriátricos puede desencadenar agresiones: un gato joven que tenga miedo a las personas es capaz de evitarlas cuando aprecia su cercanía. Sin embargo un gato mayor que tenga una deficiencia sensorial y no llegue a apreciar la presencia de la persona puede reaccionar bruscamente (huída o ataque) cuando sea consciente de esta presencia.

Fuente: http://www.elgatoencasa.com

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