La Cualquier propietario civilizado y responsable debería tener siempre presente el control de la reproducción de su mejor amigo. Y la postura debería ser siempre la misma: si no va a criar con su gato o gata DE FORMA RESPONSABLE (asegurar un hogar a los cachorros), hay que plantearse seriamente la esterilización del animal, por el bien del gato.
Esta premisa, aún no tan popular en la sociedad española, es una práctica habitual, por ejemplo, en países anglosajones, en los que, después de finalizar el programa vacunal del cachorro (en genérico, válido para machos y hembras), se realiza la esterilización del mismo.
Muchos propietarios son inicialmente reacios, ya que la cirugía se realiza bajo anestesia general pero, una vez valorados los pros y los contras, casi todos cambian posteriormente de opinión, ya que si se hace un estudio prequirúrgico y el animal está sano, el riesgo es mínimo. Además, la creencia popular de que los animales han de tener un celo o una camada antes de ser esterilizados, forma parte de la rumorología más absoluta, pues esto es completamente erróneo.
En el caso de los machos, la cirugía es especialmente interesante en ciertos animales con comportamientos agresivos, escapistas, etc. También evitaremos tumores testiculares y cistitis crónicas.
En el caso de las hembras evitaremos los celos, las pseudogestaciones, las infecciones de útero (piómetras), los tumores de útero, ovarios y mama, ciertos problemas de comportamiento y fugas para buscar un macho.
Y en ambos casos, la esterilización evita la ansiedad que les supone a los animales el instinto de querer aparearse durante el celo y no poder.
Es importante tener en cuenta que, tras la operación, si no se toman las medidas oportunas, se produce un rápido aumento de peso. La causa principal es, por un lado, el aumento en la ingesta de alimentos, y por otro, la disminución de la actividad y, por tanto, de las necesidades energéticas. Se estima que las necesidades energéticas de los gatos esterilizados se reducen en torno a un 30%. Después de la esterilización los gatos son incapaces de regular el consumo de alimentos y adaptarse a sus nuevas necesidades, con lo que el riesgo de sobrepeso es muy elevado. En tan solo 48 horas tras la cirugía se puede observar el mayor apetito y en 2 meses ya se puede instaurar el aumento de peso.
Actualmente existen numerosas dietas de alta gama, específicas para estos animales intervenidos, que permiten mantener en forma a la mascota esterilizada con un alimento que cubra todas sus necesidades.
Fuente: http://www.elgatoencasa.com
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