Existen varias hipótesis para el origen de esta
raza. La más respaldada es la que dice que los gatos Chartreux
provienen de las regiones montañosas de Turquía e Irán, afirmando que
éstos serían introducidos en Francia por navíos comerciales de Oriente
Medio en el siglo XVI. Otra teoría afirma que su nombre proviene del
Monasterio "La Grand Chartreuse". La leyenda del monasterio dice que
este monasterio desarrolló en la época Medieval dos notables
contribuciones al mundo: el licor verde y el gato Chartreux.
Estos gatos se utilizaban para combatir la plaga de
las ratas en monasterios y hospitales. Durante la Segunda Guerra
mundial la raza estuvo casi a punto de desaparecer, pero fue salvada
gracias a los cruces del Chartreux con el British Blue.
El Chartreux es un gato de tamaño grande y
corpulencia musculosa. Presenta unos hombros altos y musculosos y un
pecho bien desarrollado. Su cabeza, ancha y cuadrada, alberga una nariz
corta y tiesa (aunque poco respingona), unas orejas de tamaño medio,
altas y ligeramente acampanadas, y unos ojos grandes y redondeados, que
van del amarillo dorado al cobre, siempre con tonos vivos e intensos.
Su pelo es lustroso, denso, tupido, apretado y con
una capa interior ligeramente lanosa que hace que el pelo se separe del
cuerpo en placas. Es un pelaje de desarrollo lento, tanto que no llega
a estar formado del todo hasta la edad de tres años.
El carácter de estos gatos es muy dócil. El
Chartreux es un gato muy feliz en una casa junto a su familia. Son
gatos que se adaptan bien a todas las situaciones. Son gatos dulces,
ágiles, delicados y muy cariñosos. Pero poseen muchas otras cualidades,
como fuerza, inteligencia o dulzura.
Aunque es un gato reservado con la gente que no conoce, con sus
familiares es un gato muy despierto, buscando afecto y muestras de
cariño muy a menudo. Pero aunque es dócil y amoldable, no se suele
llevar muy bien con otros gatos de su misma familia...
Fuente: http://www.razasdegatos.net
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